Al día siguiente (Edvard Munch)
CUANDO
SE DEJA ATRÁS TANTA TRISTEZA,
tantos
días del lado de la suerte,
sólo
cabe dudar, cumplirlo todo,
amainar
el temor con que se habita.
Mientras
tanto, los cielos
violetas
reaparecen
entre
las espadañas,
confundiendo
deshoras
e
inútiles cansancios.
Antes
de ser distinto,
hubo
que hendir el tiempo
y
rasgar al otoño
sus
propias vestiduras,
enésima
caída.
Pero
cuando se agota lo esperado,
lo
único capaz de consumirse,
sólo
cabe yacer sobre el aliento,
desentrañar
la luz con que se muere.
(de MÍNIMO SOL DE INVIERNO, 2006)
Preciosa poesía como toda la que escribes. No dudo de que en Huelva todo iría muy bien. Abrazos nuestros.
ResponderEliminarGuillermo
Pues sí, Guillermo, allí presenté mi último libro, todo bien. Abrazos para todos.
ResponderEliminarQuerida María, uno de los mayores aciertos de tus poemas es ese camino de palabras, sosegado y sereno, que conduce hasta el cierre con un sentido rítmico palpable, sin estridencias. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, José Luis, viniendo de ti este comentario llena de sentido el escribir poesía y poder compartirla con uno de los mejores poetas españoles, como eres tú. Abrazos.
EliminarNos encantó la presentación del libro, la profundidad y belleza de los poemas y el estupendo hacer recitando de María. Lástima del tiempo y de no poder disponer de algunos ejemplares allí para poder adquirirlos (y firmados por la autora, que los hace más estimados aún).
ResponderEliminarA mí también me gustó verme rodeada de oyentes tan sensibles y cariñosos. Ya me quejé a la editorial por no enviar libros. Gracias, Maite, un beso.
EliminarQuerida María: No te contesto a diario porque tu obra está por encima de mi crítica y bastante más alta que mi sensibilidad. Cada vez que te leo veo mi vida más abierta a través de tu enseñanza. ¡Qué gran tiempo perdimos los dos -sobre todo tú- trabajando para unos grandes almacenes en los que nadie quería conocernos! Los poetas son tan raros...
ResponderEliminar¡Felicidades!
Hola Emilio, yo te leo también a diario, pero por falta de tiempo no suelo enviar comentarios a los amigos del blog. Creo que el tiempo perdido para mí fue no haber ido a la universidad, porque el trabajo, al fin y al cabo, era necesario para mi casa. Y si no fue en donde ya sabemos, hubiera sido en otro sitio. Si no nos valoraron fue su problema, ahora estamos por encima de ellos. Besos.
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