jueves, 13 de septiembre de 2012

 
        
              Mujer velada (O. Redon, 1895-1899)
 

                CANTICUM
 

No pude entrar. El sol me lo impedía
cegándome en las puertas de aquel cielo
donde huyeron mis días y los suyos. 

     -Pero nadie ha cruzado la frontera
      de ese lugar secreto de placeres
      que sólo tú sabías, nadie quiso
      buscarte más allá de la aventura. 

No pude entrar. La noche me sangraba
por los cuatro costados, y el perfume
del aire contenía mi deseo. 

     -Pero ya has conocido los amables
      rostros de la venganza sin medida,
      los mismos que llegaron a tenerte
      dentro y fuera del éxtasis humano. 

Y tuve que partir, dejando presas
mis palabras de amor y sus palabras.


                                        (de POLIFONÍAS, 1997)

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