En el dormitorio (Peter Vilhelm Ilsted)
XVI
El viento dividía cada sombra
con su voz de puñal, con los
espasmos
de un sueño malherido.
No quise amanecer, no tuve
fuerzas
para ver mi desnudo
a la luz de sus ojos
insaciables,
por no resucitar en el abismo.
Era un viento sin hojas,
impunemente cruel, como la
ausencia
que me iba cercando
entre cuatro paredes de
azabache.
No quise ver el alba, no podía
permitir un exilio
hacia la claridad de lo
tangible,
por no dar con sus ojos, ya
cerrados,
como única salida.
(de HYPNOS EN LA VENTANA, 2009)
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