martes, 25 de septiembre de 2012


                        
                              En el dormitorio (Peter Vilhelm Ilsted)
 

                                                         XVI
  

El viento dividía cada sombra
con su voz de puñal, con los espasmos
de un sueño malherido.
No quise amanecer, no tuve fuerzas
para ver mi desnudo
a la luz de sus ojos insaciables,
por no resucitar en el abismo.
Era un viento sin hojas,
impunemente cruel, como la ausencia
que me iba cercando
entre cuatro paredes de azabache.
No quise ver el alba, no podía
permitir un exilio
hacia la claridad de lo tangible,
por no dar con sus ojos, ya cerrados,
como única salida.


                                                     (de HYPNOS EN LA VENTANA, 2009)

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