ERA
TODO SOLEMNE
Mis
pasos por las calles solitarias
herían
el silencio de la lluvia.
Era
todo solemne aquella noche:
la
danza de unas góndolas, el puente
que
enlazaba penumbras… No podía
rasgar
tanto misterio, pero alzaba
mi
ser a lo real cuando en San Marco,
subiendo
al zarandeado vaporetto,
sentí
que aquellas aguas inefables
acunaban
el sueño de Venecia.
(de CENÁCULO VINCIANO Y OTROS ESCORZOS, 1985)
Precioso , María. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Guillermo, eres muy generoso, otro abrazo para ti.
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