XXXI
Hypnos está cerrando las
ventanas del tiempo.
Ha caído la noche y no encuentra
refugio
más que en esta orfandad que le
brindan mis ojos.
Se acabaron los límites entre el
cielo y la tierra.
Decido preguntarle si existe una
salida
para lo inconcebible de tan
hondo vacío,
y sólo me responde con el dardo
del miedo.
Ha caído la noche mientras voy
desgranando
aquel cuerpo de arena que aún es
inocente
de todas las angustias con que
lo reconstruyo,
de la nula distancia entre el
agua y la sed.
En este error continuo donde
instalé mi vida
apenas queda llanto que no se
transfigure
como gotas de fuego sobre la
madrugada.
Hypnos está cerrando las puertas
del desierto
sin atender las súplicas de mis
labios insomnes.
Ahora sé que he pasado del sueño
al precipicio,
que el amor fue la huella donde
reconocía
haber ido buscándome, a solas
con la muerte.
Todo está por huir, luz arriba,
sin alas,
como tantas cenizas que nunca se
aventaron.
(de HYPNOS EN LA VENTANA, 2009)
¡Hola, María!
ResponderEliminarDe la mano de nuestros amigos Antonio y Pilar, recibo desde Sevilla el ejemplar de "Contrapunto" que tan amable y generosamente me has dedicado. Muchísimas gracias. Un libro así siempre es un triunfo: música y verso en comunión. Desde la melomanía compartida, ya imaginarás lo mucho que estoy disfrutando con su lectura.
Recibe mi cordial abrazo desde Madrid. ¡Hasta pronto!
Muchísimas gracias, Antonio, por tu amable comentario. Ya sabía que tendrías mi libro Contrapunto, me encantó podértelo dedicar el día de su presentación. Y me alegro que nuestra melomanía sea también motivo de amistad. Otro abrazo para ti con gran afecto.
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