VESTALES
EN LAS SOMBRAS
No
hay llamas de vestales en las sombras
de
sus jardines, ni Septimio puede
vencer
a tantos siglos con su arco.
No
brotan más columnas en el templo
de
Cástor y de Pólux, ni las aguas
de
Juturna dan vida a los Dioscuros.
No
hay huella que en cenizas desentrañe
sus
ápteros encuentros con la tierra
cansada
de engendrar para el olvido.
Sólo
el paso del tiempo sigue virgen.
(de CENÁCULO VINCIANO Y OTROS ESCORZOS, 1985)
Estar allí, María, es de las cosas más impresionantes que he vivido. No queria marcharme. Puse una ramita de laurel sobre el ara de Julio y medité un rato. Detrás, junto al semicírculo de columnas, soñé que ese fuego aún ardía. Un saludo.
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