DOS ZONAS DE MI BIBLIOTECA
VOZ
MEDIANTE
Segada ya la mies, vacío el
surco
tras aquella inocencia sin
regreso,
van borrándose días
tanto crece su huella en el
sendero.
Pudo ser tu esperanza,
o tal vez su destello,
lo que marcó la siembra
prometida
con límites de cielo.
Quién diría que ahora, como
entonces,
el paisaje y el tiempo
inventan estaciones
inclementes
para hurtar la llegada de tu
cuerpo.
Pero el sol es el mismo, la
palabra
que a solas te cobija sigue
siendo,
entre otras estrellas,
de libertad el único
reflejo.
Serenas ya las noches,
colmada la renuncia, vivo el
sueño,
aguardas, voz mediante,
que se allane esta tierra de
tus versos.
(de VOZ MEDIANTE, 2006)
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