jueves, 8 de marzo de 2012

     


     CALLE DE LOS LEVÍES


Detrás de una ventana,
en esta casa solitaria, escribo
casi a oscuras, apenas alumbrándome
con el triste fulgor de los recuerdos.
Detrás de una ventana,
la estrechez de la calle configura
la exactitud sonora de tus pasos,
mientras rondas, envueltos en misterio.
No me quiero asomar, porque tendría
que detener la noche; porque entonces
sabría de tus brazos abrasándome,
de todos los flagelos de tu cuerpo.
Es mejor terminar este poema,
dejar para más tarde la aventura
de cruzar los umbrales de la vida
antes de que mi ser desaparezca,
antes de que te vayas.


                                            (de VIVIR POR DENTRO, 1992)

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