SAN JUAN DE DUERO

Me he citado contigo,

oh caballero hospitalario, en esta

sombreada quietud, cerca del Duero.

Ignoro si vendrás, pero te aguardo

bajo un arco cualquiera

del claustro verdecido,

al abrigo de antiguas polvaredas

de corceles, de tantos episodios

legendarios, que en ti fueron cumpliéndose

al margen de la historia, por si quieres

contarme tus hazañas

antes de que la tarde me descubra

agonizando aquí, como ella misma.

                                          (de LOS APARECIDOS, 1991)