REYES  MAGOS
  

El véspero llegaba cada tarde

confiándome su luz, dándome nuevas

del viejo itinerario

de la estrella de Oriente.

Precursor de unos brillos

que traspasaban horas,

sabía de mis ansias

hasta el cinco de enero,

antesala de sueños escondidos

durante el año. Más niña que nunca,

la tarde encandecía los Jardines

desplegando sus árboles desnudos.

Pasaban las carrozas.

Lluvia de caramelos, serpentinas

coloreando el aire,

los Reyes en sus tronos,

fugaz algarabía

para eternos deseos. 

Hay noches en que un sueño se convierte

en estrella que viene de camino

hacia la realidad; hay tantas noches

que miran al Oriente

para hallar una luz... Enero sigue

confiándome el retorno del misterio.

                                                (de JARDINES DE MURILLO, 1989)