lunes, 30 de enero de 2012


Árboles (Vincent van Gogh, 1887)



NO SON LIBRES LAS HOJAS


El frío del amor también traspasa
como rayo de luna, como aliento
que se hiela a mitad de su camino. 

No son libres las hojas al caerse,
sino cuando se funden con el aire
que antaño las gozó y ahora atraviesa. 

El frío del amor también horada
en nombre de otro cuerpo, como rayo
que cae al interior continuamente. 

No son libres las hojas al morirse,
sino cuando su rastro de ceniza
es ya del viento aquél que las deshizo.


                                        (de POLIFONÍAS, 1997)

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