lunes, 7 de noviembre de 2011

               


FRAGMENTO DE UNA TARDE DE OTOÑO

                            Un piano de fondo
-Erik Satie por dentro-,
para un rato de vida que parece
mío, como los otros, y es ajeno
-ya sabemos por qué las horas hablan
y duelen en silencio-,
a tantas melodías
que aún no he compartido con el tiempo,
me lleva a preguntarme muchas cosas,
las mismas que recuerdo
en cada instante de tristeza, en cada
fugaz descubrimiento.
La tarde es un otoño,
una nube morada y un fragmento
de soledad, tensado entre las rectas
de un pentagrama inédito.


       (de PASEO DE LOS MAGNOLIOS, 1995)

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