martes, 11 de octubre de 2011

             


             ALJARAFE

¿Para qué luz se tuvo
que desnudar la tarde en las esquinas?
No quería mi ausencia
traspasar sus atávicos matices
de soledades mustias. La palabra
buscaba el corazón, aunque otro eco
deslumbraba un sonido encadenado.

¿Para qué noche quiso
adueñarse la luz de mis pupilas?
Todo quema a este lado del otoño,
mas luzco en mi interior hondas estancias,
por si el último día
del dolor sigue abriéndolas. Camino
sin mirar esa luz rotunda y firme
que esculpe mi silueta cada noche.

¿Por qué este gris perpetuo
insiste en revestir tantas esquinas,
si cerca de lo escrito
se siguen desnudando las miradas?
No he vuelto a ver la tarde como entonces.


                                           (De AQUÍ QUEMA LA NIEBLA, 1986)

No hay comentarios:

Publicar un comentario