jueves, 13 de octubre de 2011



   


AL CANTO DEL JILGUERO DESVANECE
su aroma la albahaca, mientras brillan
los tejados vecinos con las últimas
gotas de helor nocturno. La calleja
entona un repicar de antiguos quiebros
buscando entre adoquines tantos pasos
como supieron dar los tiempos idos,
para estampa de rémora viviente.
Al trino matinal despiertan todas
mis callejas de ayer, inmaculadas.


                                          (De DOMUS AUREA, 1999)

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